Siete pasos previos para recibir la unción de Dios

"Señor, dame una doble porción de tu unción"
2Ki 2:1 Cuando se acercaba la hora en que el Señor se llevaría a Elías al cielo en un torbellino, Elías y Eliseo salieron de Guilgal.
2Ki 2:2 Entonces Elías le dijo a Eliseo:
Quédate aquí, pues el Señor me ha enviado a Betel.
Pero Eliseo le respondió:
Tan cierto como que el Señor y tú viven, te juro que no te dejaré solo.
Así que fueron juntos a Betel.
2Ki 2:3 Allí los miembros de la comunidad de profetas de Betel salieron a recibirlos, y le preguntaron a Eliseo:
¿Sabes que hoy el Señor va a quitarte a tu maestro, y a dejarte sin guía?
Lo sé muy bien; ¡cállense!
2Ki 2:4 Elías, por su parte, volvió a decirle:
Quédate aquí, Eliseo, pues el Señor me ha enviado a Jericó.
Pero Eliseo le repitió:
Tan cierto como que el Señor y tú viven, te juro que no te dejaré solo.
Así que fueron juntos a Jericó.
2Ki 2:5 También allí los miembros de la comunidad de profetas de la ciudad se acercaron a Eliseo y le preguntaron:
¿Sabes que hoy el Señor va a quitarte a tu maestro, y a dejarte sin guía?
Lo sé muy bien; ¡cállense!
2Ki 2:6 Una vez más Elías le dijo:
Quédate aquí, pues el Señor me ha enviado al Jordán.
Pero Eliseo insistió:
Tan cierto como que el Señor y tú viven, te juro que no te dejaré solo.
Así que los dos siguieron caminando
2Ki 2:7 y se detuvieron junto al río Jordán. Cincuenta miembros de la comunidad de profetas fueron también hasta ese lugar, pero se mantuvieron a cierta distancia, frente a ellos.
2Ki 2:8 Elías tomó su manto y, enrollándolo, golpeó el agua. El río se partió en dos, de modo que ambos lo cruzaron en seco.
2Ki 2:9 Al cruzar, Elías le preguntó a Eliseo:
¿Qué quieres que haga por ti antes de que me separen de tu lado?
Te pido que sea yo el heredero de tu espíritu por partida doble respondió Eliseo.
2Ki 2:10 Has pedido algo difícil le dijo Elías, pero si logras verme cuando me separen de tu lado, te será concedido; de lo contrario, no.
2Ki 2:11 Iban caminando y conversando cuando, de pronto, los separó un carro de fuego con caballos de fuego, y Elías subió al cielo en medio de un torbellino.
2Ki 2:12 Eliseo, viendo lo que pasaba, se puso a gritar: "¡Padre mío, padre mío, carro y fuerza conductora de Israel!" Pero no volvió a verlo.
Entonces agarró su ropa y la rasgó en dos.
2Ki 2:13 Luego recogió el manto que se le había caído a Elías y, regresando a la orilla del Jordán,
2Ki 2:14 golpeó el agua con el manto y exclamó: "¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías?" En cuanto golpeó el agua, el río se partió en dos, y Eliseo cruzó.
2Ki 2:15 Los profetas de Jericó, al verlo, exclamaron: "¡El espíritu de Elías se ha posado sobre Eliseo!" Entonces fueron a su encuentro y se postraron ante él, rostro en tierra.






La visión de Eliseo
Muchas personas oran como Eliseo: "Señor, dame una doble porción de tu unción". Sin embargo, no se dan cuenta de la preparación que involucra para que tal cosa milagrosa suceda. Aquí hay siete cosas que sucedieron en la vida de Eliseo antes de que Dios le permitiera recibir "la doble porción" de unción.

Eliseo enfrentó al espíritu del enemigo
Elías y Eliseo confrontaron al mismo enemigo y al espíritu de Jezabel. Elías enfrentó un espíritu demoníaco a través de esta mujer que en una ocasión hizo que huyera por su vida:
1Ki 19:1 Ajab le contó a Jezabel todo lo que Elías había hecho, y cómo había matado a todos los profetas a filo de espada.
1Ki 19:2 Entonces Jezabel envió un mensajero a que le dijera a Elías: "¡Que los dioses me castiguen sin piedad si mañana a esta hora no te he quitado la *vida como tú se la quitaste a ellos!"
1Ki 19:3 Elías se asustó[1] y huyó para ponerse a salvo. Cuando llegó a Berseba de Judá, dejó allí a su criado
1Ki 19:4 y caminó todo un día por el desierto. Llegó adonde había un arbusto,[2] y se sentó a su sombra con ganas de morirse. "¡Estoy harto, Señor! Protestó. Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados."
1Ki 19:5 Luego se acostó debajo del arbusto y se quedó dormido.
De repente, un ángel lo tocó y le dijo: "Levántate y come."
1Ki 19:6 Elías miró a su alrededor, y vio a su cabecera un panecillo cocido sobre carbones calientes, y un jarro de agua. Comió y bebió, y volvió a acostarse.
1Ki 19:7 El ángel del Señor regresó y, tocándolo, le dijo: "Levántate y come, porque te espera un largo viaje."
1Ki 19:8 Elías se levantó, y comió y bebió. Una vez fortalecido por aquella comida, viajó cuarenta días y cuarenta noches hasta que llegó a Horeb, el monte de Dios.

¿Quién es Jezabel? El Señor dijo a la iglesia de Tiatira:

Rev 2:20 Sin embargo, tengo en tu contra que toleras a Jezabel, esa mujer que dice ser profetisa. Con su enseñanza engaña a mis siervos, pues los induce a cometer inmoralidades sexuales y a comer alimentos sacrificados a los ídolos.
Rev 2:21 Le he dado tiempo para que se arrepienta de su inmoralidad, pero no quiere hacerlo.
Rev 2:22 Por eso la voy a postrar en un lecho de dolor, y a los que cometen adulterio con ella los haré sufrir terriblemente, a menos que se arrepientan de lo que aprendieron de ella.
Rev 2:23 A los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y a cada uno de ustedes lo trataré de acuerdo con sus obras.

Claramente de esta porción de las Escrituras vemos que Jezabel es el espíritu de inmundicia y fornicación con el que debemos pelear actualmente. Solamente por la unción ese espíritu puede ser vencido.

Eliseo confiaba en Dios
Antes de que Elías fuera llevado a los cielos, Eliseo declaró su lealtad y devoción a Dios repitiendo estas palabras:

2Ki 2:4 Elías, por su parte, volvió a decirle:
Quédate aquí, Eliseo, pues el Señor me ha enviado a Jericó.
Pero Eliseo le repitió:
Tan cierto como que el Señor y tú viven, te juro que no te dejaré solo.
Así que fueron juntos a Jericó.

2Ki 2:6 Una vez más Elías le dijo:
Quédate aquí, pues el Señor me ha enviado al Jordán.
Pero Eliseo insistió:
Tan cierto como que el Señor y tú viven, te juro que no te dejaré solo.
Así que los dos siguieron caminando

Nunca recibirá la unción de Dios hasta que aprenda a depender totalmente del
Señor. Eliseo tuvo un modelo de rol maravilloso en el profeta Elías,
Aquel que estuvo delante de cuatrocientos profetas de Baal y declaró:

1Ki 18:36 A la hora del sacrificio vespertino, el profeta Elías dio un paso adelante y oró así: "Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que todos sepan hoy que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo y he hecho todo esto en obediencia a tu palabra.
Fue allí cuando cayó fuego y consumió el sacrificio.

Eliseo aprendió cómo servir
De joven estaba trabajando en un campo, era tiempo de siembra, cuando fue llamado a transformarse en siervo de Elías, venía de una familia de buena posición después de todo, tenía "doce yuntas de bueyes". Y Eliseo era, obviamente, un trabajador esforzado ya que su familia podría haber contratado un siervo para hacer la misma tarea. Arar y orar van mano a mano.

Las Escrituras nos dicen:
Os 10:12 ¡Siembren para ustedes *justicia!
¡Cosechen el fruto del amor,
y pónganse a labrar el barbecho!
¡Ya es tiempo de buscar al Señor!,
hasta que él venga y les envíe lluvias de justicia.

En el momento que se comprometió con Elías se transformó en su siervo, no en su esclavo.

¿Desea la unción? Involúcrese en una iglesia o ministerio y comience a servir. Cuando usted sirve está sembrando su vida como semilla para una unción que un día será suya. Antes de que Elías fuera llevado en un torbellino a los cielos, Eliseo prometió que nunca dejaría de estar al lado del profeta.
Declaró: (2 Reyes 2:4). Estaba diciendo: "Mientras que estés ungido, no me apartaré de ti".

Eliseo fue un hombre de fe

En los días finales antes de la partida de Elías se quedó con él más allá de las objeciones del profeta, mientras pasaban por cuatro lugares, Gilgal, Betel, Jericó y el Jordán. Cada uno tiene un significado especial. Gilgal es el lugar donde comienza la fe. Donde el maná cesó y los hijos de Israel tuvieron que vivir por fe y no por vista (Josué 5). Durante cuarenta años habían visto una nube de día y fuego por la noche, y maná sobre la tierra. Entonces, se terminó. Y así es con nosotros. La unción no vendrá a nuestras vidas hasta que comencemos a caminar en fe.

Eliseo sabía lo que significaba ser probado
Después, fueron hacia Betel; sin embargo, Eliseo no abandonaba al profeta. Betel es el lugar de las pruebas y dificultades. Allí es donde Jacob huyó cuando corría de su hermano. Perdió su familia y comodidad y estaba durmiendo allí con una roca por almohada. Fue en Betel donde Jacob hizo un voto que si el Señor le dejaba

Gen 28:21 y si regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios.
De la misma manera, seremos probados antes de que Dios nos confíe su unción.

Eliseo sabía cómo llevar una guerra
Los dos hombres de Dios fueron hacia Jericó, el lugar de la guerra. El lugar donde Josué había peleado su más grande batalla (Josué 6). Eliseo se transformó en un hombre de guerra en el espíritu. Entendía el poder que pertenece a cada creyente, que puede desatar cadenas y abrir puertas. Necesitamos darnos cuenta que "...las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para derribar fortalezas..." (2 Corintios 10:4). Cuando los demonios del infierno vienen contra usted, manténgase fuerte y declare "No permitiré que estas cosas me derriben; me quedo hasta que venga la unción".

Eliseo tenía una visión
Finalmente, viajaron hasta los bancos del río Jordán, donde el Señor probó la visión de Elías. ¿Era del hombre o de Dios?
2Ki 2:9 Al cruzar, Elías le preguntó a Eliseo:
¿Qué quieres que haga por ti antes de que me separen de tu lado?
Te pido que sea yo el heredero de tu espíritu por partida doble, respondió Eliseo.
2Ki 2:10 Has pedido algo difícil le dijo Elías, pero si logras verme cuando me separen de tu lado, te será concedido; de lo contrario, no.
En otras palabras, si tu visión es clara, y tus ojos están en las cosas de arriba, ¡la recibirás!

Y el Señor me respondió:
Habacuc 2,2
"Escribe la visión,
y haz que resalte claramente en las tablillas,
para que pueda leerse de corrido.

Hay tres llaves para que veamos una visión cumplida:
1) Debe ser clara; es decir, no puede estar confusa y llena de preguntas.
2) Debes correr para recibir, es decir que tu vida de oración tiene que intensificarse. Caminar, es oración... correr, es oración intensa.
3) La visión es para un "tiempo específico". Espéralo. Nunca te rindas.

Su fe es vital para el cumplimiento de la visión. De pronto, el profeta fue raptado y ¡llevado a los cielos! Una carroza de fuego apareció y, sin embargo, Eliseo pudo ver con suficiente claridad para tomar el manto que fue dejado. Caminó hacia el mismo río donde había visto al profeta Elías usarlo para separar el Jordán donde, nuevamente, milagrosamente se dividió (2 Reyes 2:14).