Matrimonio: Diseño Divino

En el libro de Génesis Dios dijo muy claramente que el hombre era el responsable de labrar y cuidar el huerto del Edén. Es el trabajo del hombre el proveer para las necesidades básicas del hogar: alimento, ropa, vivienda y todo lo demás. Ahora bien, si el hombre no asume esa responsabilidad fundamental de proveer para su familia, perderá el respeto.

En la actualidad, muchas mujeres no deberían trabajar fuera del hogar, especialmente cuando hay niños fuera del hogar y los hogares serían mucho más felices si aprendiéramos a vivir con menos. Un filósofo griego dijo: a quien poco no le es suficiente, nada le será suficiente. Si usted no aprende a vivir con poco, nunca estará satisfecho, aunque tenga mucho.

Hoy terminaremos de estudiar el diseño divino.

1 PEDRO 3:1-7

“1 Así también ustedes, las esposas, sométanse a sus esposos, para que, si algunos de ellos no creen en el mensaje, puedan ser convencidos, sin necesidad de palabras, por el comportamiento de ustedes, 2 al ver ellos su conducta pura y reverente para con Dios”. (Esto, literalmente significa, estar sujetas, más en su comportamiento que en lo que dicen).

“3 Que el adorno de ustedes no consista en cosas externas, como peinados exagerados, joyas de oro o vestidos lujosos, 4 sino en lo íntimo del corazón, en la belleza incorruptible de un espíritu suave y tranquilo. Esta belleza vale mucho delante de Dios. 5 Pues este era también, en tiempos antiguos, el adorno de las mujeres santas; ellas confiaban en Dios y se sometían a sus esposos. 6 Así fue Sara, que obedeció a Abraham y lo llamó "mi señor". Y ustedes son hijas de ella, si hacen el bien y no tienen miedo de nada.
7 En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con sus esposas Denles el honor que les corresponde, teniendo en cuenta que ellas son más delicadas y están llamadas a compartir con ustedes la vida que Dios les dará como herencia. Háganlo así para no poner estorbo a sus propias oraciones”.

EL DISEÑO DE DIOS PARA LA ESPOSA

La relación matrimonial debe ser la más íntima de todas las relaciones humanas. De hecho, la palabra íntimo proviene del latín y significa lo más profundo, lo más secreto, lo más personal, o sea, donde compartimos lo más íntimo de nuestra naturaleza con otra persona. Desafortunadamente en nuestros días, la intimidad sólo contiene connotaciones sexuales. Pero la genuina intimidad va más allá de lo sexual y lo sensual. Sin embargo, el problema con la sociedad actual, es que muchos de los que se solazan en lo sexual, nada saben de la verdadera intimidad, por eso encontramos hogares que se están derrumbando.

¿Qué es lo que Dios diseñó para la familia? ¿Cuál fue el diseño de Dios para las esposas? “1 Así también ustedes, las esposas, sométanse a sus esposos”.

Es interesante notar que en la Palabra de Dios la sumisión de la mujer se la resalta como un adorno de serenidad. Una mujer debe poseer esa interna y serena belleza. Dios lo llama: “la belleza incorruptible de un espíritu suave y tranquilo”.

Así que mujeres, no pongan todas sus esperanzas en su belleza física. Si atrapa a un hombre sólo con eso, qué difícil le va a ser permanecer bella físicamente siempre. Se dice que la belleza física es superficial, pero que la fealdad llega hasta los huesos. La belleza desaparece, pero la fealdad se acrecienta.

Dios dice que la mujer debe tener una actitud de sumisión, debe tener el adorno de la serenidad. Y escúcheme con atención: ninguna mujer con un espíritu rebelde puede tener el adorno de la serenidad, eso es absolutamente imposible.

Aquí está el tercer principio: no solo su actitud de sumisión, no sólo su adorno de serenidad, también su hablar afirmativo, su hablar afirmativo, su hablar afirmativo.

“6 Así fue Sara, que obedeció a Abraham y lo llamó "mi señor".[c] Y ustedes son hijas de ella, si hacen el bien y no tienen miedo de nada”. Ya él mencionó que una esposa no debe sermonear a su esposo, y ahora hablaba de Sara, quien llamaba a Abraham ‘Señor’.

Esto no significa SEÑOR como usamos la palabra en SEÑOR JESÚS. No significa que él era su SEÑOR, su AMO, y que ella se postraba a sus pies. La palabra Señor era un término de respeto tal y como usamos hoy la palabra Don, o Señor, lo que indica es que ella hablaba muy respetuosamente de su esposo, que era muy sabia al hablar, al expresarse. Dios sabe que una mujer es al hombre, lo que el viento es al fuego. Ella lo puede encender o apagar con su hablar, con sus palabras.

¿Sabe usted lo que un hombre desea de una mujer? Lo que un hombre anhela de una mujer es su admiración. Usted dirá: eso es lo que las mujeres quieren de los hombres. Escuche: él quiere que ella lo admire.

Para el hombre significan mucho las palabras de ánimo.

El último principio es su atento servicio. En el versículo 6 dice que Sara obedeció a Abraham y lo llamó "mi señor". Obedecer significa prestar atención a sus necesidades. Una mujer debería preguntarse: ¿qué debo hacer para llegar a ser una ayuda idónea para mi esposo, para suplir en todo aspecto sus necesidades físicas, emocionales y espirituales?.

EL DISEÑO DE DIOS PARA EL ESPOSO

1 PEDRO 3:7
“7 En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con sus esposas.[d] Denles el honor que les corresponde, teniendo en cuenta que ellas son más delicadas y están llamadas a compartir con ustedes la vida que Dios les dará como herencia. Háganlo así para no poner estorbo a sus propias oraciones”.

Esposos, lo que dice aquí es que tenemos que ser comprensivos, debemos vivir con ellas sabiamente, y francamente, eso es duro. Desconfíen del hombre que dice que él entiende a las mujeres, porque si miente acerca de eso, mentirá acerca de cualquier otra cosa. Es difícil.

Permítame contarle lo que sucedió la otra noche. Iba manejando detrás de una camioneta que tenía una calcomanía en el parachoques y me acerqué un poco más para poder leerla. La calcomanía decía: entre más aprendo de las mujeres, más amo mi camioneta. Y pensé: el tipo que conduce esa camioneta está frustrado.

Amigo, deseo decirle algo: entre más aprenda usted de Jesús, más amará a su esposa. Eso es lo que esa calcomanía debería decir: entre más aprendo acerca de Jesús, más amo a mi esposa. La Biblia dice que los hombres debemos vivir con ellas sabiamente. Los hombres a veces somos tan pero tan tontos, pensamos que porque somos la cabeza del hogar somos superiores, esa es la teoría del machismo. Escuché de un hombre que se suscribió a esa teoría, hasta cuando su mujer canceló la suscripción.

Qué es lo que debe ser el esposo.

Él debe ser el PROVEEDOR en el hogar. El hombre debe ser el proveedor del hogar. En Génesis 2:15 Dios dijo claramente que el hombre era el responsable de labrar el huerto del Edén. Es el trabajo del hombre el proveer las necesidades básicas del hogar: alimento, ropa, vivienda y todo lo demás. Ahora bien, si el hombre no asume esa responsabilidad fundamental de proveer para su familia, perderá el respeto.

Hoy tenemos a muchas mujeres trabajando fuera del hogar que no necesitan trabajar fuera, especialmente cuando hay niños en el hogar. Pero ellas lo hacen por realizarse, por agrado. Muchos hogares, seríamos mucho más felices si aprendiésemos a vivir con menos. Y quiero recordarles lo que les dije cuando les hablé de los diez mandamientos, lo que un filósofo griego dijo: a quien poco no le es suficiente, nada le es suficiente.

Si usted no puede aprender a vivir con poco, nunca estará satisfecho con mucho. De paso aclaro que las mujeres que tienen que trabajar para proveer las necesidades básicas del hogar, tienen todo mi respeto y admiración. Mas, si usted trabaja fuera del hogar y no tiene que proveer para las necesidades esenciales, deje que lo que su esposo gane, vaya para las necesidades básicas, y permita que lo que usted gane, sea utilizado para el ministerio y para las otras cosas extras de la familia, si es necesario. En ocasiones no podemos tener este ideal. A veces una mujer tiene que trabajar, yo lo sé. Pero le repito, que el deseo divino de Dios es que el hombre sea el proveedor del hogar, él debe ser el proveedor.

Mi amigo, usted debe proveer para su esposa. Más que alimento y ropa, usted debe suplir sus necesidades emocionales. La Biblia dice que usted debe darle honor. Esta es una de las cosas que debe darle. Veamos muy rápidamente las siete necesidades básicas emocionales de una mujer:

a) Ella necesita la estabilidad y dirección de un líder espiritual. Usted no es un líder espiritual si usted no provee para su esposa.

b) Ella necesita saber que ella y solo ella llena las necesidades básicas de su vida, que ninguna otra mujer puede suplir. Es decir, ella necesita saber, sin lugar a dudas, que ella es la número uno en su vida, en cuanto a personas se trate.

c) Necesita atender y aprender a deleitarse en ella, que la aprecia como persona, no como un objeto sexual, sino como persona.

d) Ella necesita saber que usted disfruta conversando íntimamente con ella. Tiempo de calidad para conversaciones íntimas. Ella quiere que se siente, la mire al rostro y que le dedique un tiempo íntimo.

e) Ella necesita saber que la meta de su vida es protegerla en las áreas en las que ella está limitada. Que usted reconoce que ella es un vaso más débil.

f) Ella necesita saber que usted está conciente, al tanto de su presencia, incluso cuando está haciendo otras cosas, que no la ignora.

g) Ella necesita saber que la meta de su vida es invertir en la vida de ella, ayudarla a desarrollar y realizar su mundo. Ayúdela a tener éxito en su mundo.

Lo que trato de decir es que el esposo debe ser el proveedor de su esposa. Sin embargo, él no sólo es el proveedor, escuche cuidadosamente, él es también el protector.

Él debe ser el PROTECTOR en el hogar. ¿Qué le dijo Dios a Adán que hiciera? No sólo que labrara el huerto del Edén, sino que también lo guardara. Se le mandó a que lo guardara. La palabra guardar significa proteger. El esposo debe resguardar a su familia, él debe protegerla, él debe defender a su familia.

No soy el hombre que solía ser, pero le voy a decir algo: usted puede hablar mal de mí y le pagaré bien por mal y todo lo demás. Mas, si usted insulta a mi esposa, o toca a mi esposa, yo le tumbaré al suelo si puedo en un instante. Porque existe algo en mí que dice que Dios quiere que yo defienda a mi mujer y defienda a mis hijos, es decir, que el hombre debe ser el protector de la familia. El esposo es el proveedor, el esposo es el protector y el esposo es el pastor del hogar.

“7 En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con sus esposas.[d] Denles el honor que les corresponde, teniendo en cuenta que ellas son más delicadas y están llamadas a compartir con ustedes la vida que Dios les dará como herencia. Háganlo así para no poner estorbo a sus propias oraciones”.

¿De las oraciones de quién está hablando? Bien, quizás esté hablando de las oraciones del esposo y de la esposa como pareja, pero sin lugar a dudas, Dios está hablando de las oraciones del hombre piadoso.

¿Sabe usted cuál es mi trabajo, cuál es la misión que Dios me ha dado? La misión que Dios me dio es amar a mi esposa como Cristo ama a la Iglesia. ¿Y cómo ama Jesús a la Iglesia? La Biblia dice que él por amor se entregó a sí mismo por ella, a fin de presentársela a sí mismo, como una iglesia gloriosa que no tuviese ni mancha, ni arruga, ni cosa semejante.

¿Qué son las manchas? La contaminación. Debo proteger a mi esposa de la contaminación.

¿Qué son las arrugas? Sabe usted lo que es una arruga? Es una cicatriz interna. ¿Sabe por qué las mujeres tienen esa tensión en sus vidas? Porque sus esposos no las han amado como un esposo debería amarlas.

¿Ha observado usted alguna vez al acercarse a una mujer, esa tensión sobre su rostro? En muchas ocasiones, el esposo la ha puesto ahí. Muchas veces, él no ha removido esas cicatrices internas con su amor. La principal misión que Dios me dio es hacer de mi esposa una creyente más radiante y bella. Tengo esa tarea dada por Dios. Yo debo ser el proveedor y el protector en el hogar.

También debo ser el PASTOR en el hogar, no porque soy un pastor, pues si fuera un abogado, o empresario o cualquier cosa, mi misión aún sería el ser el pastor de mi hogar. Debo decir: Yo y mi casa serviremos al Señor. Este es el diseño de Dios.

Esto no es un curso de cómo tener intimidad, pues lo que estoy tratando de hacer ahora es exponer el diseño divino para que usted vea lo que Dios dice acerca de lo que debe ser una esposa, de lo que debe ser un esposo. Ahora, si usted no esta de acuerdo con lo que Dios dice en Su Palabra, no me lo diga a mí, dígaselo a Él. ¿De acuerdo? Dígale: Dios, tú estás equivocado en este asunto.

Pero si yo he malinterpretado Las Escrituras, entonces usted puede decirme: Pastor, usted no lo dijo correctamente, no lo leyó correctamente, ni lo interpretó correctamente. Déjeme decirle cómo puede estar en lo correcto. Eso lo puedo aceptar sin ningún problema, pero no venga a decirme: Esto es lo que Dios dice, pero yo no estoy de acuerdo con eso.

Amigo, porque yo no voy a cambiar, y Dios ciertamente no va a cambiar, usted es quien necesita cambiar. Y si usted quiere tener un hogar santo, piadoso, lea el libro de instrucciones. Dios tiene un plan. Por eso permítame decirle que usted no puede tener un hogar cristiano sin que sus miembros sean cristianos. Es como decir que usted tiene un pastel de manzanas pero sin manzanas. Si usted quiere tener a Dios en su hogar, entonces usted en primer lugar tiene que entregar su corazón a Dios.

Dios eterno, Padre Celestial, oro para que muchos de nuestros oyentes abran sus corazones para recibir a tu querido Hijo Jesucristo y sean salvos por haber puesto su confianza en Él y comiencen a edificar o reconstruir sus hogares de acuerdo a tu diseño. Oro también por aquellos que ya son salvos, para que leyendo Tu Palabra, sigan construyendo hogares sólidos, fundamentados en tus enseñanzas. Te pido amado Dios que en los hogares en los cuales tú tienes la preeminencia sean hogares que exhiban la diferencia que hacen los hogares que son construidos bajo el diseño divino.

Amigo o amiga que me escucha, si usted tiene problemas en su hogar y sabe que Dios no es una presencia real en el seño de la familia y que usted mismo no tiene una relación personal y genuina con Dios, ¿no quisiera cambiar todo eso? Bueno el cambio tiene que comenzar con usted y lo puede hacer este mismo momento. Repita conmigo esta sencilla oración:
Querido Dios, hoy por medio de Tu Palabra, he comprendido que mi hogar no está enmarcado dentro de tu diseño divino y no lo está porque mi relación contigo no es la que debe ser. Vengo a pedirte ayuda y perdón. Vengo en busca de tu misericordia y de tu gracia. Señor Jesús, tú realizaste el supremo sacrificio de Tu Vida para salvarme y perdonarme. Gracias por morir por mí en la cruz del calvario. Este momento, y con verdadera fe, te invito a que entres en mi corazón y tomes control de mi vida. Manifiesta en ella Tu Divina Voluntad y ayúdame a tener un hogar de acuerdo al diseño divino. Lo pido en tu Santo Nombre. Amén.